Abandonada en 1991, la base militar de Mañón, llevó a los yanquis hasta Estaca de Bares a principios de los años 60. La Guardia Costera de Estados Unidos llegó a esta instalación militar en 1961 para operar junto a otras dos estaciones Loran -el nombre por el que se conocen a este tipo de bases, un sistema electrónico de navegación que fue desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial-, localizadas en Francia y Gales.
En 1977, la Guardia Costera fue sustituida por la Fuerza Aérea norteamericana, que
permaneció en Mañón hasta 1991, año
en el que los estadounidenses dejaron la base. La instalación militar pasó a
manos del Ministerio de Defensa, que la intentó vender en el 2013 tras años de
abandono. Ahora, el Concello de Mañón será el nuevo propietario de la antigua
base yanqui.
Los vecinos de
Mañón todavía recuerdan las sesiones de cine que se organizaban en la base, a
las que asistían invitados por los militares, o las cajas de fruta -e incluso
alguna botella de whisky- que estos les regalaban. En la memoria también queda
la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, que
se celebraba con una fiesta en la que se tiraban fuegos artificiales y a la que
acudía la gente del pueblo.
Algunos de los
estadounidenses que trabajaron en la base -la Guardia Costera contaba con unos
10 integrantes y la Fuerza Aérea con entre 15 y 20 militares- llegaron a
emparejarse con gente de la zona, regresando alguno de esos yanquis de Mañón a
Estaca de Bares cada año.