Curioso bar con forma de avión, hoy cubierto totalmente por la vegetación.
Un poco de historia.
Tres vecinos se unieron a principios de los 80 para
fabricar un avión de chapa y convertirlo en un bar. Tras recorrer las fiestas
con él, aterrizaron en la
entrada de Barro, en una parcela de A Portela. Después de su
cierre, el avión cayó en el
olvido.
Se trata de una gran pieza de chatarra oxidada que conserva
la forma de un avión. Las primeras veces, si uno tiene menos de treinta años o
se ha borrado su memoria, cuesta incluso asociar lo que ven los ojos a la
realidad y descubrir un avión de hojalata que duerme bajo el óxido y la maleza.
Esa figura, que actualmente está rodeada de otras piezas de chatarra
procedentes de una empresa ubicada en las proximidades, es el único vestigio
que queda de una aventura empresarial emprendida en su día por tres socios del
municipio que acabó dotando a Barro del local hostelero más singular de la
comarca.
El avión nació como una broma en el seno de una excursión de
estos tres vecinos con sus esposas. "Penso que estabamos en Cuenca, cando
vimos un bar dentro dun avión de verdade que nos gustou moito, e volvimos a
Galicia coa cabeza quente. Propuxémonos facer un e levalo polas festas e non
paramos ata conseguilo".
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